Más de mil especialistas se dan cita en el XLVI Congreso Nacional de la Sociedad Española de Reumatología, que se celebra on-line del 20 al 24 de octubre.

Cerca de 1 de cada 4 adultos en España sufre una enfermedad reumática, lo que supone en torno a 11 millones de personas en nuestro país, según confirman los datos del Estudio EPISER (Estudio de prevalencia de las enfermedades en la población adulta en España) y su tendencia va en aumento, por lo que “sería recomendable aumentar el número de especialistas, ya que el escaso número de reumatólogos y la mayor carga asistencial supone un gran esfuerzo por parte de los reumatólogos para mantener y mejorar la calidad asistencial de los pacientes”, según ha puesto de manifiesto el Dr. José María Álvaro-Gracia, presidente de la Sociedad Española de Reumatología (SER), en el marco del XLVI Congreso Nacional de la SER, que está teniendo lugar del 20 al 24 de octubre vía on-line.

Dadas las circunstancias debido a la pandemia provocada por el virus SARS- CoV-2, se ha tenido que trasladar el Congreso Nacional a un formato virtual y se están llevando a cabo diversas actividades desde nuestra sociedad científica para “intentar aportar un poco de luz” en este ámbito. En este sentido, sería destacable recordar que, “hasta la fecha, no se ha descrito que los pacientes con enfermedades reumáticas que reciben tratamientos biológicos o con fármacos inmunosupresores sean un grupo de riesgo para desarrollar formas más graves de la enfermedad causada por el coronavirus. Revisando la literatura no se observan diferencias en la severidad de pacientes reumáticos infectados por la COVID19 en comparación con el resto de la población, y los factores de riesgo de hospitalización parecen ser los mismos (mayor edad, otras comorbilidades como enfermedad pulmonar o renal, etcétera)”, indica el Dr. Álvaro-Gracia, también jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid.

No obstante, insiste en que los pacientes no deben tomar decisiones unilaterales sobre la suspensión del tratamiento por miedo a la infección y que cualquier duda en este sentido, la consulten con su médico. De hecho, “acabamos de actualizar el documento de posicionamiento de la SER sobre el funcionamiento y restablecimiento de la actividad de los Servicios de Reumatología ante la COVID-19. Entre las recomendaciones, cabría destacar la importancia de revisar y actualizar el calendario de vacunación de los pacientes, especialmente para gripe y neumococo. En pacientes no infectados, en periodos de alta contagiosidad, se puede valorar cambiar una molécula intravenosa por la misma molécula subcutánea para evitar que el paciente acuda al hospital y en el caso de contacto cercano con COVID-19 y ausencia de síntomas, los pacientes con tratamientos inmunosupresores y/o biológicos deberían discutir también la suspensión de la medicación con su reumatólogo”, sostiene el Dr. Álvaro-Gracia, quien también hace hincapié en que “en los pacientes con COVID-19 asintomáticos se puede mantener el tratamiento inmunomodulador, salvo en pacientes de especial riesgo, y también se recomienda mantener estable el tratamiento crónico con glucocorticoides”. Este tema también será una de las mesas de debate durante el desarrollo del XLVI Congreso Nacional de la SER.

Discapacidad y gastos de estas enfermedades

“Las enfermedades reumáticas impactan enormemente en la capacidad funcional del paciente, y sin el tratamiento adecuado pueden conducir a situaciones de incapacidad laboral temporal y permanente, generando un impacto económico en España”, advierte el Dr. José Luis Andréu, presidente del Comité Local Organizador del XLVI Congreso Nacional de la SER y jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda, quien también recuerda que “estas patologías poseen un gran potencial para producir distintos tipos de discapacidad, siendo la primera causa de discapacidad física en cualquier segmento de la población. De hecho, el 24% de todas las discapacidades entre españoles no institucionalizados son de origen musculoesquelético”. En concreto, se estima que entre el 17 y el 19% de las incapacidades laborales están provocadas por alguna de estas enfermedades.

Las patologías reumáticas comprenden más de 200 entidades distintas y tienen un impacto socioeconómico superior a las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, representando uno de los mayores retos de salud presentes y futuros de todos los países desarrollados. Sólo la artritis reumatoide supuso en el año 2001 un coste superior a los 2.250 millones de euros en España, con un coste anual por paciente de 10.700 euros. De hecho, enfermedades mucho más comunes, como la lumbalgia o la artrosis de miembros inferiores representan un coste equivalente al 2 y 0,5% respectivamente del producto interior bruto en España. Por ello, a su juicio, “es importante brindar a la población una adecuada red de especialistas médicos en enfermedades del aparato locomotor, esto es, de reumatólogos, para asegurar un diagnóstico y tratamiento precoces”.

El diagnóstico y tratamiento precoces son esenciales en las enfermedades reumáticas ya que actualmente contamos con un amplio arsenal terapéutico que permite controlar la enfermedad en prácticamente todos los pacientes en los que se instaura un tratamiento modificador de la enfermedad de forma temprana. En este sentido, y con la idea de mejorar el diagnóstico precoz de estas enfermedades, pusimos en marcha la campaña “Escucha a tu cuerpo”, en colaboración con el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) y asociaciones de pacientes, explica el Dr. Andréu.