El embarazo es posible en estas pacientes, pero debe tener un seguimiento multidisciplinar muy estrecho por parte de los especialistas en Reumatología y Obstetricia.
En España, una de cada cuatro personas mayores de 20 años sufre una enfermedad reumática. Estas patologías encabezan la lista de las enfermedades musculoesqueléticas crónicas que aparecen en adultos jóvenes, teniendo más prevalencia en las mujeres. Muchas de ellas son diagnosticadas en un momento vital donde el planteamiento de formar una familia está más presente, con el impacto sobre la función sexual, reproductiva y la planificación familiar que esto conlleva.
El asesoramiento preconcepcional y el manejo interdisciplinario de los embarazos en mujeres con enfermedades reumáticas son esenciales para garantizar resultados óptimos del embarazo. “El progreso de la Medicina ha hecho posible que más pacientes con enfermedades reumáticas puedan tener hijos, si bien es cierto que conviene planificar y controlar el embarazo, ya que, por ejemplo, la enfermedad activa en pacientes con artritis reumatoide afecta al peso del recién nacido al nacimiento, lo que puede producir efectos negativos en la salud del bebé a largo plazo”, explica la Dra. Paloma Vela, especialista del Servicio de Reumatología del Hospital General Universitario Dr. Balmis de Alicante, durante su participación en el V Curso de Edad Fértil en EAS y Patología Inflamatoria Crónica, organizado por la Sociedad Española de Reumatología, con la colaboración de UCB.
La Dra. Vela recuerda que en las pacientes con lupus eritematosos sistémico y con síndrome antifosfolipídico también son frecuentes complicaciones como la preclamsia y los problemas del crecimiento intrauterino del feto. “Sin embargo, se ha demostrado que monitoreando determinados biomarcadores se pueden detectar precozmente estos problemas y con el uso de ciertas terapias se puede conseguir un resultado exitoso del embarazo y el parto en estas pacientes”, insiste la especialista.
Todas las mujeres con patologías reumáticas tienen un riesgo incrementado de parto prematuro cuando se compara con la población general. Además, pueden tener otros riesgos asociados, por lo que una adecuada planificación del embarazo en la mujer con enfermedad reumática es imprescindible para conseguir un embarazo exitoso. “Es importante tener controlada la enfermedad al menos de 3 a 6 meses antes de quedarse embarazada, incluso 12 meses en pacientes que han sufrido brotes graves de algunas enfermedades como, por ejemplo, el lupus”, insiste la especialista.
Teniendo en cuenta que entorno al 25% de la población adulta española sufre alguna enfermedad reumática, siendo más frecuentes en las mujeres y manifestándose cuando son jóvenes y se plantean la maternidad, es importante resolver todas las dudas que puedan tener sobre cómo los tratamientos pueden afectar a la fertilidad, la gestación y la lactancia. “Desde el momento de su diagnóstico las mujeres en edad fértil deben recibir información sobre el manejo de su enfermedad en esta etapa y recibir un consejo adecuado sobre anticonceptivos para aquellas que no desean el embarazo”, explica la Dra. Vela, al tiempo que insiste en la importancia del trabajo multidisciplinar de Reumatología y Obstetricia, para mejorar la atención y el abordaje de estas pacientes, como demuestra la quinta edición de este Curso organizado por la Sociedad Española de Reumatología.