La adecuada planificación del embarazo en la mujer con enfermedad reumática es imprescindible para conseguir un desenlace exitoso. Para ello es fundamental ofrecer información adecuada y precisa a las pacientes en edad gestacional en el mismo momento en que se realiza el diagnóstico de su enfermedad. Asimismo, cuando una mujer con una enfermedad autoinmune sistémica (EAS) como el lupus, el síndrome de Sjögren o la esclerodermia, y especialmente si está en tratamiento, se queda embarazada se debe remitir a una Unidad de Embarazo de Alto Riesgo, o en su defecto, mantener un contacto estrecho entre reumatólogos y obstetras, para un control riguroso del embarazo.

En este sentido, “la situación producida por la covid-19 ha conllevado un esfuerzo muy importante por nuestra parte y también por la de los pacientes para mantener el seguimiento ajustado a su situación clínica”, comenta la Dra. María Galindo, reumatóloga del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid y una de las coordinadoras del III Curso de Edad Fértil en EAS de la SER, que se ha celebrado en formato online, con la colaboración de UCB.

La Dra. Galindo explica que “en la mayoría de los centros se ha realizado consulta telefónica o incluso a través de correo electrónico, y mediante estas herramientas se ha intentado dar las mismas recomendaciones que en la consulta presencial. Eso no ha impedido que, en el caso de gestación, se haya mantenido la consulta presencial con un circuito muy riguroso de control entre los Servicios de Obstetricia y Reumatología, con el fin de no desatender la gestación de alto riesgo y minimizar el riesgo de contagio por Sars-CoV-2”.

Parto y puerperio

“La vía del parto preferida en todas las mujeres, salvo que esté contraindicado por motivo obstétrico (presentación fetal en podálica, placenta previa, etc.) es la vaginal y en las mujeres con EAS también lo es”, comenta la Dra. Nuria Martínez, ginecóloga en el Hospital Universitario La Paz, durante su participación en el III Curso de Edad Fértil y EAS.

Lo ideal es que el parto se inicie de forma espontánea, pero si no es así y dependiendo de si han aparecido complicaciones maternas o fetales a lo largo de la gestación o si la paciente presenta factores de riesgo de resultado perinatal adverso se puede plantear la inducción del parto electiva. “Respecto a la población general, las pacientes con espondiloartropatías axiales parece que tienen más riesgo de cesárea y deben ser informadas de ello”, apunta la ginecóloga, Dra. Martínez, al tiempo que señala que “incluso con afectación de las articulaciones de la cadera, estas pacientes no tienen contraindicado el parto vaginal”, y que “independientemente de la vía del parto, vaginal o cesárea, la analgesia ideal es la epidural y esta va a depender de otros factores además de los anatómicos (alteraciones coagulación, uso de heparinas, etc.), pero en general se van a poder beneficiar de la analgesia epidural con similar frecuencia al resto de las mujeres”.

Tras el parto, “en el periodo de puerperio (se distinguen dos fases el puerperio inmediato, que son las primeras horas tras el parto y el puerperio en sí que abarca las siguientes seis semanas) es importante extremar la vigilancia, dado que son frecuentes las recidivas (brote) de la enfermedad. Esto, además, es un punto que preocupa mucho a las mujeres ya que puede afectar su capacidad para cuidar a su recién nacido. Por eso, es importante continuar con los tratamientos indicados y evaluar la compatibilidad de los tratamientos con la lactancia, con el objetivo de poder conseguir una lactancia natural si así lo desea la mujer”, explica la Dra. Julia Martínez, reumatóloga del Hospital General Universitario Gregorio Marañón.

El vínculo de confianza médico-paciente siempre es muy importante. En el caso de las mujeres con EAS que quieran quedarse embarazadas, resulta fundamental que “las pacientes sepan que se presta especial atención al seguimiento de su enfermedad y que se está en alerta por si ocurriera cualquier complicación, para tratarla lo antes posible”, remarca la Dra. Nuria Martínez. A lo que la reumatóloga, Dra. Julia Martínez añade: “como médicos, no debemos olvidar apoyar psicológicamente a la paciente durante todo el proceso y facilitar el acceso inmediato de estas pacientes si tienen un brote”.