Los hábitos saludables son las conductas y comportamientos que inciden en la calidad de vida del paciente reumático mejorando su bienestar físico, mental y social… En este sentido, la enfermería formada en Reumatología hace un rol muy positivo en la promoción de hábitos saludables en pacientes con artritis reumatoide a través de las consultas de enfermería y talleres.

ALIMENTACIÓN

La dieta mediterránea constituye un ejemplo claro de dieta equilibrada, que se fundamenta en la combinación de alimentos ricos en fibra (legumbres, verduras, frutas, pan integral, frutos secos) y alimentos que supongan una fuente adecuada de grasas insaturadas como el aceite de oliva y proteínas, dando preferencia a las procedentes del pescado. Evitando el consumo en exceso de embutidos, fritos, bollería industrial y comida procesada

¿Qué se debe cumplir para una alimentación saludable?

  • Evitar el sobrepeso.
  • Reducir el consumo de grasas y de azúcares.
  • Evitar el abuso de sal y alcohol.
  • Incluir una ingesta adecuada de alimentos ricos en calcio y vitamina D, proteínas y minerales (lácteos sin grasas, almendras, carne y huevos).
  • Incluir alimentos enriquecidos en ácidos grasos omega-3 y 6 (principalmente en el pescado azul).

Otros consejos relacionados con la alimentación:

  • Mantener la higiene personal, del lugar en que comemos y la higiene dental adecuada al finalizar.
  • Comer sin prisas, masticando y saboreando bien la comida.
  • Hacer 5 comidas al día de pequeña cantidad y beber aproximadamente 8 vasos de agua al día.
  • No comer ni antes ni después de hacer ejercicio.

EJERCICIO

La práctica de ejercicio físico es otra de las recomendaciones clave en unos hábitos de vida saludables, ya que mejora la movilidad articular, aumenta o mantiene la masa muscular, estimula la formación de hueso y mejora la estabilidad y el bienestar psicológico.

El ejercicio debe adaptarse a las características individuales de cada persona, pero en general se debe prestar atención a los siguientes puntos:

  • Buen calentamiento muscular y articular antes del inicio.
  • Realización gradual de ejercicios.
  • Es aconsejable la natación, gimnasia en el agua o el uso de la bicicleta.
  • Incluir ejercicios de movilidad articular y de fortalecimiento muscular.
  • Prestar importancia a una respiración adecuada durante la práctica del ejercicio.
  • Hacer ejercicio durante al menos de 10 a 30 minutos al día, 3 días a la semana.
  • Evitar deportes de riesgo y el uso fajas.
  • Estirar adecuadamente al finalizar y, a ser posible, hacer relajación.

PROTECCIÓN ARTICULAR

Además, los pacientes deben evitar esfuerzos, sobrecargas y ejercicios que impacten en las articulaciones, así como evitar estar de pie mucho tiempo. Por ello, deben prestar una especial atención a las normas posturales.

EVITAR HÁBITOS TÓXICOS y OTROS

Limitar el consumo abusivo de alcohol, de café y, fundamentalmente, del tabaco, ya que el tabaco provoca ansiedad por la dependencia de la nicotina y supone un factor de riesgo cardiovascular y un factor determinante en la evolución de la artritis reumatoide. En este sentido, si decides dejar de fumar la enfermera reumatológica te hará un seguimiento telefónico de apoyo y se aconsejará acudir a la Unidad de Deshabituación Tabáquica si la situación lo requiere.

Por otra parte, también hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • Adecuada exposición solar.
  • Buen descanso nocturno en calidad y cantidad.
  • Dar importancia al aspecto psicológico. Un afrontamiento positivo y optimista de la vida supone un pilar fundamental en la calidad de vida de las personas. Hay que esforzarse por cultivar la interacción social con familiares y amistades, mejorar la capacidad de afrontamiento de los problemas cotidianos, y no olvidar el poder curativo que puede tener una simple sonrisa.

Mª Dolores Gil. Consulta de Enfermería Reumatológica del Hospital Virgen de los Lirios (Alcoy).

Miembro del Grupo de trabajo de Enfermería de la Sociedad Española de Reumatología (GTESER).