El ejercicio aeróbico o cardiovascular y los ejercicios de fortalecimiento son los que más eficacia han demostrado.

La artrosis es la enfermedad musculoesquelética más frecuente en el mundo. En España afecta aproximadamente a más de 7 millones de personas, estimando su prevalencia en torno a un 30% en mayores de 40 años. Esta patología reumática está ligada al envejecimiento de la población, por lo que los datos de personas afectadas se incrementarán en los próximos años debido al aumento de la expectativa de vida. En la actualidad, la artrosis es ya la cuarta causa de discapacidad en el mundo.

A día de hoy, la artrosis no cuenta con tratamiento curativo, pero sí lo hay para disminuir los síntomas y mantener la capacidad funcional.  En este sentido el ejercicio físico es un aliado a la hora de prevenir, pero también de tratar esta patología. “El ejercicio disminuye el dolor, mejora la movilidad de las articulaciones sin dañar el cartílago ni aumentar la inflamación . Además aumenta la sensación de bienestar, de manera que la práctica de actividad física de forma habitual mejora de manera significativa la calidad de vida de las personas que sufren de artrosis”, ha explicado la Dra. Montserrat Romera, reumatóloga y profesora de la Universidad Internacional de Cataluña, durante su participación en el ‘II Curso SER de Artrosis’.

Además, el ejercicio físico disminuye las posibilidades de aparición de enfermedades asociadas a la artrosis, como son la obesidad o la diabetes tipo 2 (asociada o no al síndrome metabólico). Sin embargo, en las personas con enfermedades reumáticas el sedentarismo es más frecuente que en la población general, incrementando efectos negativos como aumento del dolor y disminución de la función física. “La inactividad física disminuye la calidad de vida de las personas con artrosis”, ha asegurado la Dra. Romera.

La especialista también ha insistido en la importancia de evitar el sobrepeso, ya que la obesidad es uno de los factores que se relaciona de manera directa con el deterioro progresivo de la articulación. “En las personas con obesidad, la artrosis es casi 3 veces más frecuente que en las personas con peso normal, y si nos fijamos en el caso de la artrosis de rodilla la cifra se eleva, llegando a ser 5 veces más frecuente”, ha explicado la Dra. Romera, quien es también una de las coordinadoras del proyecto Reumafit de la Sociedad Española de Reumatología, una iniciativa que pone de manifiesto la importancia del ejercicio físico como tratamiento de las enfermedades reumáticas. (www.reumafit.com)

“Nadar, realizar bicicleta estática o caminar son algunos ejercicios recomendables para las personas con artrosis, pero la evidencia científica también ha demostrado la importancia de realizar ejercicios de fuerza que ayudan a potenciar la musculatura asociada a la articulación”, ha ejemplificado la especialista al tiempo que señalaba la importancia de realizar ejercicio adaptado a los gustos y posibilidades de cada persona, realizándolos siempre sin llegar a forzar. En este sentido, la Dra. Romera ha recordado la existencia de los videos realizados en el proyecto Reumafit para prescribir ejercicio físico a pacientes con artrosis de rodilla. “Gracias a los videos que están disponibles en reumafit.com, nuestros pacientes con artrosis de rodilla pueden realizar en su casa ejercicios dirigidos. Se trata de una herramienta muy útil que está teniendo una gran aceptación, que está disponible también para otras enfermedades reumáticas y que seguiremos ampliando para otras patologías, así como para la manifestación de artrosis en otras partes del cuerpo”, ha comentado.