El ejercicio aeróbico en los pacientes con lupus mejora la capacidad física funcional, la función endotelial, la fatiga, la ansiedad, la depresión, el sueño y la calidad de vida.

Se estima que en España el Lupus Eritematoso Sistémico (LES) tiene una prevalencia del 0,21%, lo que supone unos 75.000 afectados aproximadamente. Entre sus causas se conoce que influye la genética, pero también se han asociado algunos factores desencadenantes de la enfermedad como las infecciones, el cambio hormonal, la radiación ultravioleta, el tabaco y la dieta, entre otros.  De hecho, “fumar aumenta la actividad lúpica, los brotes y el daño retiniano en estos pacientes”, explica el Dr. Tarek Salman, reumatólogo del Servicio de Reumatología del Hospital del Mar (Barcelona) durante el XII Curso de Lupus Eritematoso Sistémico y Síndrome Antifosfolípido on-line, organizado por la Sociedad Española de Reumatología, con la colaboración de GSK.

Respecto a la luz ultravioleta, el especialista asegura que exacerba el curso de la enfermedad y promueve brotes cutáneos y sistémicos, de ahí la importancia de la fotoprotección en pacientes con LES, ya que hay evidencia amplia en cuanto a mejoría de síntomas cutáneos. “Se deben usar gorras, gafas de sol, crema de protección solar (factor 50+), evitar las cámaras de bronceado y, sobre todo, se debe consultar con el reumatólogo si alguno de los fármacos que está tomando puede tener efectos adversos, como lesiones en la piel, al verse influido por la exposición solar”, puntualiza.

Ejercicio físico y dieta: factores a tener en cuenta

El ejercicio aeróbico en los pacientes con LES mejora la capacidad física funcional, la función endotelial, la fatiga, la ansiedad, la depresión, el sueño y la calidad de vida. “No hay evidencia en la literatura en cuanto a mejoría en la actividad lúpica ni en el daño acumulado, porque los estudios no tienen el seguimiento necesario para poder tener resultados significativos en esta área”, precisa el Dr. Salman.

Si bien, hay evidencia en la literatura que determina que una dieta baja en grasas evita el sobrepeso y evita el aumento del colesterol total, además de mejorar la fatiga. “De hecho, hay varios trabajos que objetivan que la dieta rica en ácidos grasos poliinsaturados Omega 3 otorga mejoría significativa en ciertos índices compuestos para evaluar la actividad de la enfermedad y el daño estructural (como SLAM o BILAG), así como en la función respiratoria, neuromotora y musculoesquelética en los pacientes con LES, comparados con un grupo control”, señala.

Además, “también se ha demostrado que en el lupus hay una arteriosclerosis precoz, causante de muchos accidentes vasculares en personas jóvenes (infarto, ictus, etc.), por lo que es fundamental intentar inculcar un hábito de vida saludable a los pacientes”.

Importancia del riesgo cardiovascular

Por su parte, el Dr. Iñigo Rúa-Figueroa, uno de los coordinadores del XII Curso de LES y SAF, asegura que “los pacientes con lupus tienen un mayor riesgo cardiovascular, en especial aquellos con afectación renal o en los que, además, coexisten otros factores de riesgo cardiovascular clásicos, como la hipertensión, el consumo de tabaco o la diabetes mellitus”. Además, un mal control de la enfermedad, con un recurso excesivo a los glucocorticoides, también contribuye a incrementar el riesgo. “De acuerdo con los datos aportados por RELESSER, nuestro registro nacional de lupus, y publicados recientemente en la revista ‘Medicine’, otros factores asociados a padecer eventos cardiovasculares son tener el complemento bajo o valvulopatía cardíaca”, sostiene el experto, reumatólogo del Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín, quien también insiste en “la importancia de estimar individualmente el riesgo y actuar sobre los factores de riesgo modificables”.

Respecto a otro tipo de comorbilidades en estos pacientes, en opinión del Dr. Rúa-Figueroa, “son claramente más frecuentes las infecciones graves, con un riesgo al menos 5 veces superior al de la población general y un aumento marcado de mortalidad por infección. También el proyecto RELESSER ha ayudado a identificar subgrupos de pacientes con mayor riesgo, tanto de infección grave en general como de infecciones concretas como la bacteriemia, una complicación temible en el lupus, asociada a alta mortalidad”. Asimismo, indica que también es más frecuente la osteporosis y se ha descrito un discreto incremento de la incidencia de ciertos cánceres, comparando con la población general de similar edad y sexo, con una razón de incidencia estandarizada de 1,37 de acuerdo con la información derivada del mismo registro de la SER.