En los últimos años ha habido grandes avances diagnósticos y terapéuticos, aunque el mayor reto en este ámbito sigue siendo el diagnóstico diferencial.

La uveítis es una inflamación dentro del ojo que puede estar producida por múltiples causas como infecciosas, inflamatorias, oftalmológicas y farmacológicas. “De hecho, se estima que en uno de cada tres pacientes se produce por alguna enfermedad reumática siendo las más frecuentes las espondiloartritis, la enfermedad de Behçet, la artritis idiopática juvenil (AIJ) y la sarcoidosis, aunque existen otras enfermedades del tejido conectivo y vasculitis sistémicas que también pueden producir inflamación ocular. Además, la uveítis se asocia con el 35% de los casos de ceguera, de ahí la necesidad de acudir cuánto antes al médico para llevar a cabo el mejor abordaje posible”, según explica la Dra. Emma Beltrán Catalán, una de las coordinadoras del II Curso de Patología Ocular Inflamatoria de la Sociedad Española de Reumatología, celebrado este fin de semana, con la colaboración de la biofarmacéutica UCB.

En concreto, se estima que la incidencia de la uveítis en países desarrollados es de 52 por 100.000 habitantes año y supone la tercera causa de ceguera en países desarrollados en pacientes en edad laboral, suponiendo un gran impacto sociosanitario y deterioro de la calidad de vida de los afectados.

A juicio de la Dra. Beltrán, reumatóloga del Hospital del Mar de Barcelona, “con un diagnóstico y una clasificación precoz del tipo de uveítis y patología asociada se puede realizar también un tratamiento precoz y dirigido, que minimice el daño estructural y las secuelas a largo plazo”. Asimismo, destaca los avances diagnósticos y terapéuticos que ha habido en los últimos años en el ámbito de las uveítis, lo cual “se asocia habitualmente con un mejor pronóstico de los pacientes”. No obstante, advierte que “el mayor reto sigue siendo el diagnóstico diferencial”.

Además, -añade- “es imprescindible un abordaje multidisciplinar entre reumatólogos y oftalmólogos no sólo para que se atienda correctamente a los pacientes, se favorezca el diagnóstico temprano y se unifiquen cuidados; sino también para que se eviten realizar pruebas y exploraciones complementarias, lo que también supondría un ahorro para el sistema sanitario”. Se ha demostrado que con el abordaje conjunto se disminuye la variabilidad en la asistencia y se aumenta la efectividad, mejorando la capacidad diagnóstica y terapéutica.

Qué es la uveítis

Es una inflamación dentro del ojo que puede estar producida por múltiples causas: propiamente oculares, infecciones, enfermedades sistémicas, etc. Puede afectar a una región anatómica del ojo o a varias regiones y, según la zona afectada y la causa que la produzca, el tratamiento y el pronóstico de la uveítis varía.

Se pueden distinguir varios tipos de uveítis según la zona anatómica del ojo afectada: las que se desarrollan en la parte anterior del ojo (uveítis anteriores), las que se desencadenan en el polo posterior del ojo (uveítis intermedias y uveítis posteriores) y las que afectan a ambas zonas (panuveítis).