Se estima que aproximadamente 11 millones españoles sufren enfermedades reumáticas, según datos del estudio EPISER de la Sociedad Española de Reumatología (SER). Dentro de este amplio espectro de patologías, se incluyen las enfermedades reumáticas autoinmunes sistémicas (ERAS) que son afecciones de causa desconocida en las cuales el sistema inmunitario agrede al propio organismo del paciente y pueden verse afectados diferentes órganos, como los riñones, el corazón, los pulmones o el sistema nervioso, entre otros. El lupus eritematoso sistémico, el síndrome de Sjögren, las vasculitis, la esclerodermia, el síndrome antifosfolipídico, entre otras, son afecciones potencialmente graves, de ahí la importancia de la detección precoz. Además, podrían ocupar más del 30% de las consultas de los Servicios de Reumatología, según los especialistas.

En la presentación del VIII Simposio SER de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas, la Dra. Sagrario Bustabad, presidenta de la SER, recuerda que “en la mayoría de los procesos existe una predisposición genética. En concreto, se sabe que intervienen ciertos factores ambientales que permiten que se exprese o no uno o varios genes en un determinado sujeto, determinando o no enfermedad. Entre ellos, cabe destacar el consumo de tabaco, exposición al sol, ciertas infecciones virales, algunos fármacos, situaciones de estrés vital y otros peor definidos.  Algunos de estos factores pueden también influir en la evolución de la enfermedad, favoreciendo brotes de actividad o condicionando un peor pronóstico”.

Además, insiste en la importancia del diagnóstico precoz porque son enfermedades potencialmente graves, que en la mayoría de los casos cuentan con tratamiento. “Si ese tratamiento se aplica tarde se puede originar un daño irreversible en cualquier órgano, dando lugar a secuelas o complicaciones graves de la enfermedad. Además, se sabe que ciertos tratamientos son más eficaces si se instauran precozmente, antes de que aparezca el daño orgánico”, apunta la Dra. Bustabad, quien recuerda que “una detección temprana es importante para mejorar la calidad de vida de los pacientes”, de ahí la necesidad de una derivación precoz a las consultas de Reumatología.

Algunos avances de los últimos años

“Desde el punto de vista clínico, se ha avanzado mucho definiendo subgrupos de ERAS caracterizándolas mejor. También, hay un mayor conocimiento de los mecanismos de desarrollo de las enfermedades y, además, se diagnostican más precozmente gracias a una mejor formación de los médicos de Atención Primaria (responsables de su derivación a Reumatología) o una atención cada vez más multidisciplinar”, recalca la presidenta de la SER.

En esta línea, el Dr. Pego añade que “los avances más significativos en la actualidad se relacionan con la investigación clínica y terapéutica. La SER cuenta con proyectos estratégicos como son los diferentes registros de ERAS, entre los que destacaría RELESSER (el mayor registro nacional de pacientes con lupus eritematoso sistémico en todo el mundo), cuya aportación al conocimiento científico sobre dicha enfermedad está siendo enorme”.

Asimismo, destaca el avance en la investigación terapéutica y en el desarrollo de nuevas moléculas que pueden suponer una gran mejora en el tratamiento y en el pronóstico de los pacientes. “Una gran cantidad de ensayos en fase 2 ya han dado buenos resultados y el número de ensayos en fase 3 es creciente con resultados favorables en varios casos. Por ello, cabría calificar esta época como ‘un momento dulce en el campo del desarrollo de nuevas terapias para las EAS’. Cada vez hay más propuestas de participación en ensayos clínicos en enfermedades como el lupus y el síndrome de Sjögren, pero también de otras como la esclerodermia o las miopatías inflamatorias idiopáticas”.