Las enfermedades autoinmunes sistémicas (EAS) son afecciones reumáticas, de causa desconocida, en las cuales el sistema inmunitario agrede al propio organismo del paciente y pueden verse afectados diferentes órganos, como los riñones, el corazón, los pulmones o el sistema nervioso, entre otros. En concreto, se estima que la prevalencia del síndrome de Sjögren es del 0,33%, lo que supone que algo más de 120.000 españoles sufren esta enfermedad; mientras que el lupus es el 0,21%, lo que equivale a más de 75.000 personas en este país, según los datos del estudio de prevalencia de las enfermedades reumáticas en población adulta en España (EPISER 2016) de la Sociedad Española de Reumatología (SER).

Durante la presentación del VI Simposio de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas, que ha reunido a más de 300 especialistas, el Dr. Francisco Javier Navarro, presidente del Comité Local Organizador del evento, ha asegurado que “la mayoría de las EAS tienen inicialmente síntomas muy inespecíficos por lo que son difíciles de identificar si no se está familiarizado con ellas. Como consecuencia el diagnostico se dilata y se identifican cuando ya están avanzadas, con el comienzo de los síntomas que denotan una afectación estructural, y por ello en ocasiones difíciles de revertir. Los síntomas, aunque sutiles, suelen afectar al aparato locomotor, la capacidad funcional motriz del paciente y otros signos del estado general asociados a leves alteraciones analíticas”. En este sentido, ha añadido: “Los reumatólogos que vemos esta clínica inicial estamos entrenados para su valoración y para buscar aquellos signos tempranos que nos hagan sospechar la enfermedad autoinmune con estudios más específicos”.

Actualmente, -ha detallado- “las técnicas de imagen (RMN de alta resolución, PET-TAC), así como determinaciones analíticas en relación con alteraciones del sistema inmune nos permiten un diagnóstico precoz antes de que las alteraciones estructurales sean irreversibles o, al menos, evitar un avance rápido de las mismas”.

Causas desconocidas

Entre las enfermedades autoinmunes sistémicas, las más habituales son el lupus eritematoso sistémico (LES), el síndrome de Sjögren, la esclerodermia, las miopatías inflamatorias, las vasculitis, la polimiositis y el síndrome antifosfolipídico. En todas ellas se han descrito posibles factores genéticos, hormonales, ambientales o agentes infecciosos, según ha puesto de manifiesto el Dr. Navarro, también reumatólogo del Hospital General Universitario de Elche (Alicante).

Es fundamental lograr un diagnóstico precoz para evitar el daño permanente que se puede derivar en otros órganos y puede llegar a desencadenar: insuficiencia renal, alteraciones neurológicas persistentes, daño pulmonar, cardíaco, etcétera.

Los equipos multidisciplinares de especialistas, liderados por el reumatólogo, cuya formación específica le permite valorar de forma global al paciente, son imprescindibles para un abordaje adecuado y completo de estas enfermedades. “Los conocimientos que están desarrollándose en el campo de la Inmunología e Inmunoterapia van a permitir en los próximos años el control de estas EAS, que tienen una importante morbimortalidad. En este sentido, sería importante la adscripción de la Reumatología al campo de la Inmunología y la Biología celular y no al de la Cirugía Ortopédica y Traumatología como esta en muchas facultades”, ha señalado el especialista.

Actualización sobre las EAS

Durante el VI Simposio de EAS de la SER se han expuesto los avances más notorios en el panorama científico sobre esta clase de patologías que, a juicio del Dr. Navarro, estaban “algo huérfanas en cuanto a posibilidades terapéuticas, pero que cada vez más están más cerca de ser tratadas como se hace ya con las clásicas enfermedades reumáticas más prevalentes”.

En concreto, se hizo un repaso sobre la clasificación de este tipo de patologías, sobre la ciencia básica, nuevos registros, procesos autoinflamatorios, etc. Aunque de baja prevalencia, enfermedades como la esclerodermia, vasculitis y miopatías plantean serios conflictos y dificultades terapéuticas que se pueden aclarar con las nuevas actitudes inmunomoduladoras reconocidas en recientes publicaciones sobre el uso de biológicos. Se trataron otros procesos sistémicos como la enfermedad de Behçet y su posible control evitando las graves secuelas que puede ocasionar a nivel neurológico y en las mucosas digestivas.

“La mejoría en la asistencia reumatológica implicando una mejor organización de los servicios existentes y la continua formación e investigación y puesta al día de nuestra especialidad nos acredita y nos implica en la responsabilidad para tratar estos procesos que, aunque inicialmente pueden ser limitados, afectan a todo el organismo con múltiples complicaciones”, ha indicado el Dr. Navarro.