Las listas de espera siguen aumentando de forma significativa y se generan ineficiencias e inequidades en la práctica clínica de los Servicios de Reumatología debido a “la falta de comunicación con Atención Primaria y con otros Servicios hospitalarios con los que se tiene una relación directa en el abordaje de las enfermedades musculoesqueléticas; así como por la escasez de protocolos consensuados o, en caso de haberlos, por no poder cumplirlos por las malas condiciones de trabajo”, según ha puesto de manifiesto el Dr. Marcos Paulino, jefe del Servicio de Reumatología del Hospital General Universitario de Ciudad Real, en el marco del “Curso SER de Reumatología Emergente, nuevas perspectivas de futuro”, celebrado los días 10 y 11 de marzo en Madrid, con la colaboración de Lilly.

En cuanto a las posibles diferencias en la gestión de los Servicios de Reumatología entre las distintas comunidades autónomas, el especialista ha explicado que “depende de la presión asistencial a la que se ven sometidos. Hay zonas donde las derivaciones al reumatólogo alcanzan al 3% de la población de referencia anualmente y lugares donde se realizan más de 3.000 visitas anuales por facultativo. Si a eso se le suma que muchas plantillas no están completas por jubilaciones o tienen plazas no cubiertas por escaso atractivo geográfico o profesional, se puede entender lo complejo de su día a día”. En este sentido lamenta que “esto haga que la asistencia ocupe casi toda la actividad y se reduzca de forma notable el tiempo necesario para la formación, investigación o la docencia”.

Para mejorar los Servicios de Reumatología habría que “ser más independientes y tener la capacidad de gestionar nuestros recursos, según las prioridades que decidamos, ganando en importancia frente a los gestores. Que conozcan nuestra cartera de servicio, la calidad de la atención que damos a nuestros pacientes y lo resolutivos que somos ante problemas muy diversos, sin generar ingresos, pruebas superfluas o interconsultas innecesarias”, ha propuesto el Dr. Paulino, también presidente electo de la Sociedad Española de Reumatología (SER), quien ha concluido: “Los gestores deben darse cuenta de que, con los reumatólogos, se puede lograr un gran ahorro a la vez que los pacientes ganan en calidad de vida”.

Retos para los jóvenes reumatólogos

El principal reto es continuar con el crecimiento de la Reumatología y garantizar el relevo generacional. Actualmente, “se ha producido un gran número de jubilaciones en nuestra especialidad en prácticamente todas las regiones a nivel nacional y muy pocas de estas plazas se están llegando a cubrir y, además, existe un gran desequilibrio de número de reumatólogos entre las zonas más rurales y las urbanas, por lo que al joven reumatólogo esto le supone un gran reto, dado que al salir de la residencia y de su zona de confort debe enfrentarse a un nuevo Servicio y a una nueva ciudad en la mayoría de casos, por lo que muchas veces cuesta enfrentarse a esto y puede dar lugar a situaciones de estrés y ansiedad”, según el Dr. David Castro, del Servicio de Reumatología del Hospital General Universitario de Ciudad Real y uno de los coordinadores del Curso SER de Reumatología Emergente.

No obstante, ha advertido que no hay que olvidarse de la “creciente demanda asistencial”, puesto que 1 de cada 4 personas padece una enfermedad reumática, y esta alta prevalencia influye en una elevada carga de trabajo. Asimismo, es necesaria la actualización continuada, puesto que la Reumatología está en constante evolución y la investigación es un pilar fundamental de cualquier especialidad, jugando un papel fundamental los más jóvenes.

En opinión del especialista, “se debe aumentar la implicación de los jóvenes en la gestión clínica y la investigación, y potenciar, además, la presencia de la especialidad en el ámbito universitario”.