Su diagnóstico precoz es importante porque son enfermedades potencialmente graves, que tienen tratamiento.

Las enfermedades reumáticas autoinmunes sistémicas (ERAS) son afecciones de causa desconocida, aunque en la mayoría de los procesos existe una predisposición genética. En concreto, se sabe que intervienen ciertos factores ambientales que permiten que se exprese o no uno o varios genes en un determinado sujeto, determinando o no enfermedad. Entre ellos, cabe destacar el consumo de tabaco, exposición al sol, ciertas infecciones virales, algunos fármacos, situaciones de estrés vital y otros peor definidos.  Algunos de estos factores pueden también influir en la evolución de la enfermedad, favoreciendo brotes de actividad o condicionando un peor pronóstico.

En el contexto del VII Simposio de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas de la Sociedad Española de Reumatología (SER), que va a reunir a cerca de 600 especialistas, el Dr. Iñigo Rúa-Figueroa, del Comité Organizador del evento, ha explicado que “en estas patologías el sistema inmunitario agrede al propio organismo del paciente y pueden verse afectados diferentes órganos, como los riñones, el corazón, los pulmones o el sistema nervioso, entre otros. Si se tiene en cuenta las patologías crónicas en seguimiento en los Servicios de Reumatología, probablemente las ERAS ocupen en torno a un 20% de las consultas”.

El presidente de la Sociedad Española de Reumatología (SER), el Dr. José Mª Álvaro-Gracia, explica que “entre las enfermedades autoinmunes sistémicas, las más habituales son el lupus eritematoso sistémico (LES), el síndrome de Sjögren, la esclerodermia, el síndrome antifosfolipídico y las miopatías inflamatorias”. En concreto, se estima que la prevalencia del síndrome de Sjögren es del 0,33%, lo que supone que casi 120.000 personas sufren esta enfermedad en España; mientras que el lupus es el 0,21%, lo que equivale a más de 75.000 personas en nuestro país, según los datos del estudio de prevalencia de las enfermedades reumáticas en población adulta en España (EPISER 2016) de la SER.

Las enfermedades reumáticas autoinmunes sistémicas afectan con más frecuencia a mujeres jóvenes y de mediana edad, fundamentalmente en edad fértil, pero pueden aparecer a cualquier edad y no son raras en el varón.  En opinión del Dr. Rúa-Figueroa, con relativa frecuencia se puede rastrear un “trasfondo” de autoinmunidad en los familiares de primer grado, bien lupus o bien otras enfermedades autoinmunes.

Además, insiste en la importancia del diagnóstico precoz porque son enfermedades potencialmente graves, que tienen tratamiento. “Si ese tratamiento se aplica tarde, pueden causar un daño irreversible en cualquier órgano o, en otras palabras, secuelas o complicaciones graves de la enfermedad. Además, se sabe que ciertos tratamientos son más eficaces si se instauran precozmente, antes de que aparezca el daño orgánico”, apunta.

Principales avances y retos

Desde el punto de vista clínico, se ha avanzado mucho definiendo subgrupos de ERAS y caracterizándolas mejor y se diagnostican más precozmente. Además, no sin ciertas dificultades, “se ha avanzado espectacularmente en los tratamientos, tanto en las terapias inmunosupresoras clásicas como en los llamados tratamientos biológicos, mejor dirigidos contra aquellas estructuras anómalas del sistema inmune capaces de lesionar los tejidos de los pacientes. Esto presupone siempre un conocimiento, cada vez más profundo de los mecanismos de desarrollo de la enfermedad, ámbito en el que se ha avanzado enormemente”, según el Dr. Álvaro-Gracia, quien también resalta el avance en el  mejor uso de los tratamientos clásicos, como los glucocorticoides, así como en el desarrollo de estrategias de tratamiento más eficaces y eficientes.

Por su parte, el Dr. Rúa-Figueroa, del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, destaca que “el principal reto es que estos pacientes estén controlados en manos expertas, usualmente en equipos liderados por los Servicios de Reumatología. En ocasiones, estos afectados siguen un itinerario tortuoso entre diferentes especialidades al comienzo de la enfermedad ya que, con frecuencia, se desarrolla lentamente afectando solo a un órgano, por lo que se confunde con otros procesos y, por tanto, se retrasa el diagnóstico y la remisión al reumatólogo”.

También –añade- se está trabajando en desarrollar las nuevas terapias dirigidas, más precisas y eficaces, con menos efectos adversos, lo cual requiere muchos recursos en investigación biomédica y la colaboración de los propios pacientes. “Otro aspecto a tener en cuenta es el control del riesgo de enfermedades cardiovasculares, incrementado en estos pacientes. En este aspecto, los reumatólogos españoles estamos trabajando mucho, tanto a nivel de investigación como asistencial, involucrándonos cada vez más en este problema”, señala el especialista.

Actualización sobre las ERAS

Durante el VII Simposio de EAS de la SER se van a exponer los avances más notorios en el panorama científico sobre esta clase de patologías. En concreto, se hará un repaso sobre la prevención de infecciones en enfermedades reumáticas autoinmunes sistémicas, novedades en las terapias dirigidas frente al lupus, complicaciones pulmonares en las miopatías, tratamientos biológicos frente al síndrome de Sjögren o neoplasias y EAS son algunos de los temas que se van a debatir, según indica el presidente de la SER.

En este sentido, “se ha avanzado en la capacitación, cada vez mayor, de los reumatólogos para liderar la asistencia a este complejo grupo de enfermedades, que afectan con frecuencia a múltiples órganos y precisan de equipos multidisciplinares”, sostiene el Dr. Rúa-Figueroa, quien ha querido lanzar un mensaje de esperanza para los pacientes y les recomienda que se involucren en sus asociaciones, que luchan por conseguir una asistencia de mayor calidad.